¿Cómo Tener la Vida de Dios? – El Poder de Dios
La Palabra vino a vivir a este mundo, pero su
pueblo no la aceptó. 12 Pero aquellos que la aceptaron y creyeron
en ella, llegaron a ser hijos de Dios. Juan 1:11-12
La Biblia es clara al enseñar que solo se
puede ser hijo del Padre, cuando se recibe y se cree en su Hijo Jesucristo, es
la única manera de recibir la Paternidad.
Dios adopta al verdadero creyente por el Espíritu Santo y nunca se olvidara de Él.
Pero ¿acaso
una madre olvida
o deja de amar a su propio hijo?
Pues aunque ella lo olvide,
yo no te olvidaré. Isaías 49:15
o deja de amar a su propio hijo?
Pues aunque ella lo olvide,
yo no te olvidaré. Isaías 49:15
De la misma
manera como un hijo puede desobedecer a
su Padre, un hijo de Dios también puede desobedecerlo, es decir, puede cometer
pecado, por lo tanto Dios lo disciplinara con amor, para perfeccionarlo.
Porque Dios corrige y castiga a todo aquel
que ama y que considera su hijo.7 Si ahora
ustedes están sufriendo, es porque Dios los ama y los corrige, como si fueran
sus hijos. Porque no hay un padre que no corrija a su hijo. 8 Si Dios no
los corrige, como lo hace con todos sus hijos, entonces ustedes no son en
verdad sus hijos. Hebreos 12:6-8
El propósito de Dios es que toda persona experimente la vida eterna que el ofrece,
Pero que a causa del pecado, esta se ve interrumpida, por lo que ahora
todo aquel que cree en Jesucristo, puede experimentar la vida abundante que
Cristo ofrece.
Dios amó
tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo,
para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16
Cuando el
ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos
ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente. Juan
10:10
La Palabra de Dios nos muestra que por un hombre entro la muerte por el
pecado, pero que también por un hombre entro el perdón, es decir, Cristo; por
lo que al reconocer su sacrificio, de manera sobrenatural, a diferencia del
Antiguo pacto, su sangre nos limpia y nos da el perdón pecados, no importando el tamaño o gravedad de los
mismos.
Antes,
ustedes estaban muertos, pues eran pecadores y no formaban parte del pueblo de
Dios. Pero ahora Dios les ha dado vida junto con Cristo, y les ha perdonado
todos sus pecados. Colosenses 2:13
Al momento de conocer al Hijo de Dios, se inicia un proceso de Regeneración,
el cual destaca el inicio de un nuevo
estado de cosas en contraste con el estado viejo. Es un proceso ascendente, en
el que se afirma que “las cosas viejas van quedando atrás y todas vienen a ser
hechas nuevas”. Este proceso puede lograrse en la medida en que el nuevo
creyente vaya entregando todas las áreas
de oportunidad que tiene en su vida para seguir creciendo, madurando, y ser una nueva creación.
Por lo
tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas
pasaron; se convirtieron en algo nuevo. 2 Corintios
5:17
El conocer a Cristo permite salir de una ciudad de pecado (simbólicamente
hablando, Egipto), formar parte de una nueva ciudad y ser un ciudadano del reino de los cielos.
Nosotros, en
cambio, somos ciudadanos del cielo, y esperamos que de allí vuelva nuestro
Salvador, el Señor Jesucristo. Filipenses 3:20
Pero ustedes son miembros de
la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios
mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz
maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho. 10 Antes,
ustedes no eran nada, pero ahora son el pueblo de Dios. Antes,
Dios no les tenía compasión, pero ahora los ama mucho. 1 Pedro
2:9-10
Cristo afirma que ha ido a preparar lugar, para que donde el este,
nosotros también estemos, no un día, sino eternamente y para siempre.
Jesús le
respondió: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede
llegar a Dios el Padre. Juan 14:6
El nuevo creyente es hecho miembro y es integrado al cuerpo de Cristo
que es la iglesia, ya no está solo, ya tiene identidad, los miembros de la
iglesia pasan a ser sus hermanos, su familia, por lo tanto, tampoco puede
manejarse solo, sino que tendrá que aprender
a sujetarse a los miembros del cuerpo.
La iglesia
de Cristo es como el cuerpo humano. Está compuesto de distintas partes, pero es
un solo cuerpo. 1 Corintios 12:12
El cuerpo no
está formado por una sola parte, sino por muchas. 15 Si al pie se
le ocurriera decir: «Yo no soy del cuerpo, porque no soy mano», todos sabemos
que no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. 16 Y si la
oreja dijera: «Como yo no soy ojo, no soy del cuerpo», de todos modos seguiría
siendo parte del cuerpo. 17 Si todo el
cuerpo fuera ojo, no podríamos oír. Y si todo el cuerpo fuera oído, no
podríamos oler. 18 Pero Dios
puso cada parte del cuerpo en donde quiso ponerla. 19 Una sola
parte del cuerpo no es todo el cuerpo. 20 Y aunque las
partes del cuerpo pueden ser muchas, el cuerpo es uno solo. 1 Corintios
12:14-20
El Espíritu Santo regala dones, que no son más que regalos, habilidades
que Dios da a los creyentes para la edificación de su Cuerpo.
Por eso,
ya que desean las capacidades que da el Espíritu, traten de tener aquellas que
ayuden a todos los de la iglesia. 1 Corintios 14:12
Estos dones le permiten al nuevo creyente crecer y desarrollarse hacia
su madurez, dándole la oportunidad de servir dentro de la iglesia.
Cristo afirmo en Juan 17:12 que cuando Él estaba con ellos en
este mundo, los cuidaba y los protegía con el poder de su nombre, el nombre que
me has dado. Y ninguno de ellos se perdió, sino aquel que ya estaba perdido,
para que se cumpliera lo que dice la Escritura.
El creyente
que es hijo de Dios tiene muchos beneficios, los cuales no los merecemos, sino
son dados por gracia, por amor, por lo tanto no despreciemos una salvación tan grande, que ningún otro puede dar, así que
debemos ocuparnos en nuestra salvación con temor y temblor.
Queridos
hermanos, cuando yo estaba con ustedes, siempre me obedecían. Ahora que estoy
lejos, deben obedecerme más que nunca. Por eso, con respeto y devoción a Dios,
dedíquense a entender lo que significa ser salvado por Dios. Filipenses
2:12
Memorice el siguiente versículo:
Gálatas 4:6-7 Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su
Hijo a vivir en ustedes. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite
llamarlo: «Papá, querido Papá». 7 Ustedes ya
no son como los esclavos de cualquier familia, sino que son hijos de Dios. Y
como son sus hijos, gracias a él tienen derecho a recibir su herencia.
El Poder de Dios