Una sola Palabra – El Poder de Dios
En ese mismo tiempo, Moisés también enseñó: “No
usen el nombre de Dios para prometer lo que no van a cumplir”. 34 Pero ahora yo les digo a ustedes que, cuando
prometan algo, no hagan ningún juramento. No juren por el cielo, porque es el
trono de Dios,35 ni juren por la tierra, porque Dios gobierna
sobre ella. Tampoco juren por Jerusalén, pues esta ciudad pertenece a Dios, el
gran Rey. 36 Nunca juren por su vida, porque ustedes no son
dueños de ella. 37 Si van a hacer algo digan que sí, y si no lo van
a hacer digan que no. Todo lo que digan de más viene del diablo. Mateo
5:33-37
La
Palabra de Dios enseña la vida de varios hombres que
fueron y que podemos convertirnos
en hombres de una sola palabra.
Palabras
y hechos: Algunos hombres dicen: Yo soy un
hombre de pocas palabras, y eso está
bien, siempre que sus hechos sean suficientes. Si escasean las palabras que no escaseen los hechos. Que sus hechos hablen más
que sus palabras. Se ha perdido el
valor a la palabra hoy en día, ya nadie cree en la palabra de alguien, para
confiar se necesita de un pagare.
Se ha perdido el valor de una promesa, de un compromiso
Como ser un hombre de una sola palabra.
Renueva tu mente. Cambia su manera de pensar y su vida cambiara.
Y
no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y
de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es
bueno, agradable y perfecto. Romanos 12:2
Piense, discierne y medite en
todo lo que la Palabra de Dios aconseja. El hombre es lo que piensa de sí mismo
la mayor parte del día. “Cuál es el pensamiento del hombre en su corazón tal es
el”.
Cambie su lenguaje
Comprenda el poder de la
palabra hablada, porque las
palabras tienen un poder inimaginable.
Entonces Dios dijo: ¡Que haya luz!
Y hubo luz. Génesis 1:3
Por la fe entendemos que el
universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino
de lo que se ve. Hebreos 11:3
Sea un hombre de Principios, de
convicciones de una sola palabra. Firme en sus decisiones; asuma el reto y la
responsabilidad de cada decisión a tomar.
Hombres de una sola palabra.
Comprenda que las decisiones implican cambios y renuncias.
En realidad, también yo he
muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que
es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo
de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme. Gálatas 2:20
Debemos morir a la carne, ya
que si vivimos conforme a la carne moriremos. Invite a Cristo a que gobierne su
vida.
Estar con el Señor Jesucristo nos hace que hablemos verdad.
Pedro volvió a negarlo.
Un poco más tarde, algunos de los que estaban
por allí le dijeron a Pedro: Estamos seguros de que tú eres uno de los
seguidores de Jesús; tú también eres de la región de Galilea. 71 Pedro les contestó con más
fuerza: ¡Ya les dije que no conozco a ese hombre! ¡Que Dios me castigue si no
estoy diciendo la verdad! Marcos 14:70-71
Estar cerca de Cristo hace que
hablemos las cosas de Cristo. Él nos manda siempre a hablar con la verdad.
Renuncie a todo lenguaje que
implique debilidad de carácter: “no puedo”, “no soy capaz”, “tengo miedo”, etc.
Aprópiese a partir de hoy lo que dice la Biblia y sea un hombre de una sola palabra,
recuerde que todo lo puede en Cristo que le fortalece; porque no hay nada imposible
para Dios y tan solo cree, porque al que cree, todo le es posible.
El Poder de Dios