El Don de Servir – El Poder de Dios
La palabra de Dios enseña que el Hijo del
Hombre no vino para ser servido sino para servir y que debemos tomar el ejemplo
del Señor Jesucristo en servir a los demás.
Hacerlo todo para el Señor, es una de las
cosas más importantes y necesarias de aprender en la vida del cristiano, el
hacer todo con el objetivo de agradar al Señor Jesús. Cuando tú haces algo para
el Señor, eso jamás queda olvidado; Él se agrada y lo toma en cuenta, por lo
que a su tiempo cosecharas lo que sembraste. Hoy Dios a través de su palabra
desea animarte a seguir trabajando en su obra y que no desfallezcas. Trabaja de
la forma que agrada a tu Señor y esfuérzate en ello pues Él mismo es quien te dará
tu recompensa.
El Señor Jesucristo sirvió a la humanidad
de forma ejemplar mostrando su amor, disposición y servicio a los necesitados
en cualquier situación.
Allí le llevaron a Jesús un hombre sordo y
tartamudo, y le rogaron que pusiera las manos sobre él para sanarlo. 33 Jesús tomó al hombre y lo llevó aparte, lejos de
la gente. Luego puso sus dedos en los oídos del hombre y le puso saliva en la
lengua.34 Después miró al cielo, suspiró y dijo: «¡Efatá!»,
palabra que significa «¡Ábrete!» 35 En ese momento el hombre pudo oír y hablar
normalmente. Marcos 7:32-35
La gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. 41 Luego Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo
y dio gracias a Dios. Después partió los panes, y los dio a los discípulos para
que los repartieran entre toda la gente; lo mismo hizo con los dos pescados.
42 Todos comieron hasta quedar satisfechos. Marcos 6:40-42
Podemos ver que la gente de aquel tiempo se
vio beneficiada
por el Señor Jesucristo, quien siempre estuvo dispuesto a ayudar.
Ellos sabían que podían confiar en Cristo Jesús simplemente porque veían el Poder
de Dios en Él.
Los beneficios que tenía la gente eran
innumerables. Lo único que tenían que hacer era creer.
Entre la
gente, iba una mujer que había estado enferma durante doce años. Perdía mucha
sangre, 26 y había
gastado en médicos todo el dinero que tenía, pero ellos no habían podido
sanarla. Al contrario, le habían hecho sufrir mucho, y cada día se ponía más
enferma.
27-28 La mujer
había oído hablar de Jesús, y pensaba: «Si tan sólo pudiera tocar su ropa,
quedaría sana.» Por eso, cuando la mujer vio a Jesús, se abrió paso entre la
gente, se le acercó por detrás y le tocó la ropa. 29 Inmediatamente
la mujer dejó de sangrar, y supo que ya estaba sana.
30 Jesús se dio
cuenta de que había salido poder de él. Entonces miró a la gente y preguntó:
¿Quién me tocó la ropa?
31 Sus discípulos le
respondieron: ¡Mira cómo se amontona la gente sobre ti! ¿Y
todavía preguntas quién te tocó la ropa?
32 Pero Jesús miraba y miraba a
la gente para descubrir quién lo había tocado.33 La mujer,
sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y temblando
de miedo le dijo toda la verdad.
34 Jesús le
dijo: Hija, has sido sanada porque confiaste en Dios. Vete tranquila. Marcos 5:25-34
Podemos ver como la fe y la esperanza de
esta mujer era tan grande que sabía que Jesucristo era su única opción. Así
mismo el Señor Jesucristo sabía que la mujer le había tocado y ésta había sanado,
mostrando una vez más su misericordia a todo aquel que cree en Él.
El Señor Jesucristo cumplió con su ministerio
de una forma perfecta, mostrando siempre el don de servir porque su fin era
agradar al Padre.
El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha
consagrado; me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres, a
aliviar a los afligidos, a anunciar libertad a los presos, libertad
a los que están en la cárcel; 2 a anunciar el año favorable del Señor… Isaías
61:1
El Mesías tenía muy claro cuál era su misión
en esta tierra y cuál era la voluntad de Jehová. Haciéndose obediente hasta lo
sumo termino su servicio como humano en
esta tierra.
El Señor Jesucristo nos dio ejemplo del don
de servir a nuestro prójimo y a la iglesia; y así servir a Dios mismo.
…¿Entienden ustedes lo que acabo de hacer? 13 Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen
razón, porque soy Maestro y Señor. 14 Pues si yo, su Señor y Maestro, les he lavado los
pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. 15 Yo les he dado el ejemplo, para que ustedes hagan
lo mismo. Juan 13:12-15
La voluntad del Señor Jesucristo es que le
sirvas a lo largo de tu vida con todo tu corazón. Esto deben hacerlo en todo momento, y no sólo
cuando sus amos los estén viendo. Ustedes son esclavos de Cristo, así que deben
hacer con alegría y entusiasmo lo que Dios quiere que hagan, como si lo
hicieran para el Señor y no sólo para sus amos. Efesios 6:6-7
Es indispensable que obedezcas
y sirvas a tu Señor como lo dice en su palabra. Servir a tu maestro es
negarte a ti mismo y hacer su voluntad.
Recuerden hermanos que el don de servir
involucra a la iglesia de Cristo. No te niegues a hacer un favor, siempre que
puedas hacerlo. 28 Nunca digas: Te ayudaré mañana, cuando
puedas ayudar hoy. 29 Nunca traiciones al amigo que confía en ti.
Proverbios 3:27-29
No tengas ningún prejuicio al servir en la
obra del Señor Jesucristo, da lo mejor de ti mismo a la iglesia es agradar a tu Dios.
Tú tienes la oportunidad, el privilegio y
el don de servir a Jesucristo, recuerda que él quiere usar tu vida, solo tienes
que decidirte hoy. Sé un instrumento útil en las manos de Dios.
Si alguno de
ustedes quiere servirme, tiene que obedecerme. Donde yo esté, ahí también
estarán los que me sirven, y mi Padre los premiará. Juan
12.26
¿Habrá algo que te impida servir a tu Señor Jesucristo?
Si es así, es el momento de dejar lo que te
estorba en las manos de tu Señor y Dios. Solo tienes que obedecer lo que Él te
dice en su palabra bendita, poderosa, verdadera.
No te preguntes si podrás o no
servirlo, si te sobra tiempo o te falta tiempo, si eres nuevo en convertirte o
ya tienes tiempo de haber recibido a Cristo en tu corazón, si tienes el don de
servir o crees que no lo tienes, etc.
Solo confía en que el Señor Jesucristo
puede y quiere usar tu vida para algo grande. Sirve a Jehová con alegría y
santidad, de esta manera veras la gloria
de Dios en todo momento de tu vida.
Pasaje para memorizar:
Mateo 20:28
Yo, el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a
este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi
vida por la salvación de muchos.
El Poder de
Dios