El Perdòn, ¿Perdonas o pides Perdòn? El Poder de Dios

El Perdón ¿Perdonas o pides Perdòn? – El Poder de Dios

Cuando somos lastimados o heridos por alguien, en lugar de ofrecer un perdón verdadero, aparecen tres juegos del perdón que probablemente pongas en acción:

     1. Perdón condicional: Te perdono pero si antes haces esto o aquello. La persona ofendida espera que el ofensor haga algo a cambio para poder perdonar.

     2. Perdón parcial: Estas personas perdonan a la mitad, y dicen te perdono, pero déjame          decirte que no esperes que olvide lo que me hiciste.

      3.  Perdón retrasado: Las personas que ofrecen este perdón dicen, te perdonare pero               no sé si mañana, la  semana que entra o haber cuándo.

Cuando el ofendido  rehúsa perdonar de todo corazón el único que va a ser culpable delante de Dios y el único que se va a ser daño es él sino esta verdaderamente perdonando a su ofensor.

Cuando una persona se niega a perdonar se comienza a hundir en la vida espiritual. Como en un pantano, se empieza a sumergir en la amargura, el rencor y puede llegar a la venganza; la venganza es lo último de un rencor almacenado quizás de mucho tiempo.

La falta de perdón tiene una espiral hacia abajo, primero viene la ofensa, después el resentimiento y este mismo empieza a convertirse en odio y finalmente nace la idea envenenada de la venganza y eso es lo que Dios no quiere para tu vida.
¿Porque?
Por qué claramente Dios dice en su palabra. Mía es la venganza… Si tu enemigo tiene hambre dale de comer, si tu enemigo tiene sed dale de beber. No seas vencido de lo malo sino vence el mal con el bien.
Colosenses 3:12-14
Efesios 4:31-32
Lucas 6:37
En todas las cosas que hacemos necesitamos la Gracia y el favor de Dios. Por ejemplo, para hablar con tu jefe, para hablar con tu pareja, para hablar con tus hijos, etc. Necesitas la Gracia y el favor de Dios, siempre y cuando tú quieras que lo que estas pidiendo te sea concedido.
¿Qué impide que la Gracia de Dios venga a ti?
La amargura, la falta de perdón, la indiferencia.
Tres consejos prácticos:
a)  Desarrolla una piel más gruesa, dice la palabra, los envió como ovejas en medio de                lobos.
b) Trata de comprender de donde viene tu ofensor (muchos cargan su historia familiar,                lo que se vivió en la niñez, las situaciones dolorosas de la juventud)
c)  Recuerda todas las veces que Dios te ha perdonado.

El Poder de Dios