David compuso este salmo cuando estaba huyendo de
su hijo Absalón.
David compuso este salmo cuando estaba huyendo de su hijo Absalón.
1 Dios
mío,
son muchos mis enemigos;
son muchos los que me atacan,
son muchos mis enemigos;
son muchos los que me atacan,
2 son muchos los que me dicen
que tú no vas a salvarme.
3 Sólo tú, Dios mío,
me proteges como un escudo;
y con tu poder
me das nueva vida.
me proteges como un escudo;
y con tu poder
me das nueva vida.
4 A gritos te llamo,
y desde tu templo me respondes.
y desde tu templo me respondes.
5 Yo me acuesto,
y me duermo,
y vuelvo a despertar,
porque tú vigilas mi sueño.
y me duermo,
y vuelvo a despertar,
porque tú vigilas mi sueño.
6 No me asustan los muchos enemigos
que me tienen acorralado.
que me tienen acorralado.
¡Dios mío,
levántate y ponme a salvo!
¡Rómpeles la cara a mis enemigos!
¡Rómpeles los dientes a los malvados!
levántate y ponme a salvo!
¡Rómpeles la cara a mis enemigos!
¡Rómpeles los dientes a los malvados!
8 Dios mío,
sólo tú puedes salvarme;
¡bendice a tu pueblo!
Amen
El Poder de Dios
sólo tú puedes salvarme;
¡bendice a tu pueblo!
Amen
El Poder de Dios