¿Cree que Cristo Resucito de los Muertos? – El Poder de Dios

¿Cree que Cristo Resucito de los Muertos? 

 Su muerte fue pública.

Durante la fiesta Judía de la pascua, Jesús fue arrastrado por una multitud airada a un tribunal romano. Mientras estaba frente a Pilato, el gobernador  de Judea, los líderes religiosos lo acusaron de proclamarse rey de los judíos. La multitud exigió que lo mataran. Jesús fue golpeado, azotado y sentenciado a una ejecución pública. En una colina en las afueras de Jerusalén, lo crucificaron entre dos criminales. Sus amigos con el corazón destrozado, y también sus enemigos lo vieron morir lentamente.

Como se acercaba el día de reposo, enviaron soldados romanos a completar la ejecución. Para que los criminales murieran más pronto, les rompían las piernas. Pero cuando llegaron a Jesús, no se las rompieron porque, por experiencia sabían que ya estaba muerto. Sin embargo, por precaución, le clavaron una lanza en el costado. Se habrían necesitado mucho más que técnicas de resucitación para que Jesús volviera a causarles problemas.

Había seguridad en la tumba.


Al día siguiente, los líderes religiosos se volvieron a reunir con Pilato. Dijeron que Jesús había predicho que resucitaría en tres días. Para asegurarse que los discípulos  no conspiraran y engañaran a todos diciendo que había resucitado y para que los ladrones de tumbas se mantuvieran alejados, el gobernador ordeno que pusieran el sello oficial de Roma sobre el sepulcro. Además para que se cumplieran  esas órdenes, una guardia custodiaba la tumba, Cualquier discípulo que tratara de mover el cuerpo habría tenido que pasar entre los guardias, lo cual no hubiera sido fácil.

Esos guardias Romanos tenían buenas razones para mantenerse alertas, ya que la pena por dormirse mientras vigilaban era la muerte.

Encontraron la tumba vacía.


A la mañana siguiente del día de reposo, algunos de los seguidores de Jesús fueron a la tumba para ungir su cuerpo. Sin embargo, cuando llegaron, se sorprendieron ante lo que encontraron. La roca gigantesca que cubría el sepulcro había sido removida, y el cuerpo de Jesús no estaba. Cuando se corrió la voz, dos discípulos fueron corriendo hasta allí. La tumba estaba vacía; lo único que había eran las envolturas de Jesús, dobladas cuidadosamente en su lugar.

Mientras tanto, algunos de los guardias  habían ido a Jerusalén  para contarles a los principales Judíos que se habían desmayado  ante la presencia de un ser sobrenatural que movió la piedra, y que cuando despertaron la tumba estaba vacía. Los principales del gobierno les pagaron a los guardias una gran suma de dinero para que mintieran diciendo que los discípulos habían robado el cuerpo mientras ellos dormían. Les aseguraron que si el informe sobre el cuerpo perdido llegaba a oídos del gobernador, intercederían a favor de ellos.

Aseguraron que Jesús estaba vivo.


Alrededor del año 55 d.c., el apóstol Pablo escribió que el Cristo resucitado había sido visto por Pedro, por los doce apóstoles, por más de 500 personas  (muchas de las cuales todavía vivían cuando se escribió la carta), por Jacobo y por él mismo.

Primero se le apareció a Pedro, y después a los doce apóstoles. 6 Luego se les apareció a más de quinientos de sus seguidores a la vez. Algunos de ellos todavía viven, y otros ya murieron. 7 Más tarde se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles.8 Por último, se me apareció a mí; a pesar de que lo conocí mucho tiempo después que los otros apóstoles.  1Corintios 15:5-8

En el Nuevo Testamento comienza su historia  sobre los seguidores de Cristo diciendo que Jesús, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoles (a los apóstoles) durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.

Y después de muerto se les presentó en persona, dándoles así claras pruebas de que estaba vivo. Durante cuarenta días se dejó ver de ellos y les estuvo hablando del reino de Dios.  Hechos 1:3

Cambio trascendental en los Apóstoles


Cuando uno de los hombres más cercanos a Cristo lo abandono y lo traiciono, los otros apóstoles corrieron para salvar su vida. Hasta Pedro, que anteriormente había insistido en que estaba dispuesto a morir por su Maestro, se desalentó e incluso negó conocer a Jesús. Sin embargo, los apóstoles experimentaron un cambio radical. A las pocas semanas, estaban cara a cara ante aquellos que habían crucificado a su líder. Su espíritu era como el hierro. Se volvieron indomables al decidir sacrificar  todo por aquel a quien llamaban Salvador y señor. Aun después de ser encarcelados, amenazados e inhibidos para hablar en el nombre de Jesús, los apóstoles les dijeron a los líderes judíos: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.


Pedro y los demás apóstoles respondieron:
Nosotros primero obedecemos a Dios, y después a los humanos. 30 Ustedes mataron a Jesús en una cruz, pero el Dios a quien adoraron nuestros antepasados lo resucitó. Hechos 5:29

Después de azotarlos por desobedecer las órdenes del consejo judío, estos mismos apóstoles, previamente cobardes, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

Los seguidores de Jesús iban al templo todos los días, y también se reunían en las casas. Los apóstoles, por su parte, no dejaban de enseñar y de anunciar la buena noticia acerca de Jesús, el rey elegido por Dios. Hechos 5:42

En un mundo cambiante, puedes confiar en la inmutable Palabra de Dios.


El Poder de Dios