Hijos de Dios, Consciencia de sí mismo – El Poder de Dios
¡Con todas las
fuerzas de mi ser
alabaré a mi Dios!
2 ¡Con todas las fuerzas de mi ser
lo alabaré y recordaré
todas sus bondades!
3 Mi Dios me perdonó
todo el mal que he hecho;
me devolvió la salud,
4 me libró de la muerte,
¡me llenó de amor y de ternura!
5 Mi Dios me da siempre todo lo mejor;
¡me hace fuerte como las águilas! Salmos 103:1-5
alabaré a mi Dios!
2 ¡Con todas las fuerzas de mi ser
lo alabaré y recordaré
todas sus bondades!
3 Mi Dios me perdonó
todo el mal que he hecho;
me devolvió la salud,
4 me libró de la muerte,
¡me llenó de amor y de ternura!
5 Mi Dios me da siempre todo lo mejor;
¡me hace fuerte como las águilas! Salmos 103:1-5
La palabra de Dios establece
que somos hijos de Dios y nos anima a vivir realmente como hijos y herederos de Dios.
Muchas ocasiones nos
presentamos como hijos de Dios, tenemos problemas y tribulaciones y nos
preguntamos.
¿Cómo les pasan estas cosas a
los hijos de Dios?
Sin embargo, no tenemos una
idea clara y precisa de lo que significa ser hijo de Dios. La Biblia nos da
ejemplos reales de personas que cambiaron su vida al tener una consciencia
clara de que eran hijos de Dios.
Podemos ver la grandeza y el Poder de Dios en Job
El Señor le respondió
a Job desde la tempestad. Le dijo:
7 Prepárate
a hacerme frente.
Yo te cuestionaré, y tú me responderás.
Yo te cuestionaré, y tú me responderás.
Job 40:6-7
Y la majestad de Dios en Salmos
8:1-4
Nuestro Dios y nuestro rey,
¡qué grande eres
en toda la tierra!
¡Tú grandeza está por encima
de los cielos más altos!
¡qué grande eres
en toda la tierra!
¡Tú grandeza está por encima
de los cielos más altos!
2 Con las primeras palabras
de los niños más pequeños,
y con los cantos
de los niños mayores
has construido una fortaleza
por causa de tus enemigos.
¡Así has hecho callar
a tus enemigos que buscan venganza!
de los niños más pequeños,
y con los cantos
de los niños mayores
has construido una fortaleza
por causa de tus enemigos.
¡Así has hecho callar
a tus enemigos que buscan venganza!
3 Cuando contemplo el cielo,
y la luna y las estrellas
que tú mismo hiciste,
4 no puedo menos que pensar:
¿Qué somos los mortales
para que pienses en nosotros
y nos tomes en cuenta?
5 ¡Nos creaste casi igual a ti!
Nos trataste como a reyes…
y la luna y las estrellas
que tú mismo hiciste,
4 no puedo menos que pensar:
¿Qué somos los mortales
para que pienses en nosotros
y nos tomes en cuenta?
5 ¡Nos creaste casi igual a ti!
Nos trataste como a reyes…
Podemos ver que el rey David tenía
la consciencia clara de su lugar en la
tierra y el lugar de Dios, este salmo nos coloca en la perspectiva correcta,
¡Oh Jehová Señor nuestro cuan glorioso es tu nombre en toda la tierra!
Este mismo salmo en su versículo
4 nos plantea una interrogante que nos seguimos haciendo hasta el día de hoy.
¿Qué es el hombre, para que
tengas de él memoria?
Veamos la transitoriedad del
hombre en Salmos 90
Este salmo es una oración de Moisés,
aquí se plantea que los días del hombre son entre 70 y 80 años, con todo, su
fortaleza es molestia y trabajo.
La vida del hombre se pasa como
un pensamiento, nuestras más grandes obras no resistirán el paso del tiempo…
¿Somos verdaderos hijos de Dios?
Todos
los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios. Romanos
8:14
El
Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de
Dios. Romanos 8:16
El
Espíritu Santo es nuestro más grande testigo de que realmente somos hijos de
Dios.
La
palabra de Dios nos enseña que también somos herederos de Dios y coherederos
con Cristo. Lo cual nos coloca en una posición de gran privilegio y
responsabilidad.
¿Realmente
podemos o estamos viviendo en victoria?
El pecado produce la muerte, y existe porque hay
una ley. 57 ¡Pero gracias a Dios, podemos vencerlo por medio
de nuestro Señor Jesucristo! 1Corintios
15:56-57
El
pasaje de Romanos 8 nos enseña que somos hijos de Dios, herederos, pero que también
somos más que vencedores por medio de Cristo Jesús que nos amó tanto que dio su
vida por nosotros en la cruz del calvario.
Como
Moisés, David, Daniel y muchos personajes más
debemos ser conscientes de la tarea tan grande que tenemos como hijos de Dios y responsables
de que el reino de Dios nuestro Padre se establezca aquí en la tierra.
Somos
hijos de Dios, somos herederos del creador y sustentador de todo cuanto existe…
¿Cómo
no hemos entonces de vivir de acuerdo a la perfecta voluntad del Dios todo
poderoso?
Nuestra
misión es conocer los mandamientos, la palabra de Dios y obedecerlos en todo tiempo. Allí
está la bendición
El Poder de Dios