La Iglesia de Cristo Parte 2 - El Poder de Dios

La Iglesia de Cristo Parte 2 - El Poder de Dios


Amigo lector ya estoy de regreso para terminar con las ocho preguntas de reflexión sobre nuestra vida en la Iglesia de Cristo.

4.  ¿Necesita Reconciliarse con Alguien?

Te voy a contar como hace ya tiempo un sorprendente hecho sucedió en una Iglesia de Cristo. Una congregación que no había crecido en más de 15 años de repente comenzó a crecer y sus miembros a difundir su Fe en Cristo. Este sorprendente crecimiento fue a raíz de que en un culto vespertino el diacono principal le pidió perdón al pastor  y confeso su rencor por hechos que ya ni siquiera el recordaba.

A partir de allí el cambio fue abismal tal como si se librasen de la obscuridad y llegara la luz. Desgraciadamente o desafortunadamente esta es otra de las armas favoritas de satanás; el sembrar chismes entre hermanos, entre miembros de la Iglesia de Cristo, discordias, malos entendidos, criticas, murmuraciones y hasta rencores o deseos de venganza.

Nuestro Señor Jesucristo establece claramente que si estamos, digamos en el altar y nos acordamos que nuestro hermano tiene algo en contra de nosotros o usted en contra de él, dejemos nuestra ofrenda y vayamos a reconciliarnos con nuestro hermano y posteriormente regresemos al altar.

En Mateo 5:23-24 nos confirma su palabra lo que anteriormente mencione. 23 Por eso, si llevas al altar del templo una ofrenda para Dios, y allí te acuerdas de que alguien está enojado contigo, 24 deja la ofrenda delante del altar, ve de inmediato a reconciliarte con esa persona, y después de eso regresa a presentar tu ofrenda a Dios.

5.  ¿Trata su Dinero y sus Posesiones Escrituralmente?

He observado que el tema del Dinero de cierta manera es como incómodo para muchas de las personas, sin embargo, vemos que la preocupación por el mundo material puede desenfocarnos de los temas importantes de la Iglesia de Cristo, del mensaje de salvación, de la vida eterna.

Me surgen ciertas preguntas, como por ejemplo:

¿Honramos a Cristo con nuestro estilo de vida? 
¿Damos en abundancia nuestra ofrenda y la damos con alegría?
¿Prioriza a Dios antes que a las comodidades materiales del mundo? 
¿Contraemos las menores deudas posibles? o 
¿Somos buenos administradores en lo que Dios nos da?

La mejor respuesta tú la tienes. Si realmente estamos cubriendo al pie de la letra su palabra o estamos flaqueando y fallando en este tema.

6.  ¿Está comprometido con la Iglesia de Cristo?

Un mal que ha perseguido bastante al creyente es querer comparar la Iglesia de Cristo con cualquier empresa; muchos creyentes han desarrollado una mentalidad consumista. Escuchamos palabras como estas: “No me gusta el momento de la alabanza”, “esta iglesia no me alimenta” y hemos perdido de vista que nuestra actitud es de servicio. El apóstol Pablo escribió nueve cartas a las Iglesias que se convirtieron en parte importante de las Escrituras y en ellas se expresaba una alegría y agradecimiento por el ministerio y las congregaciones.

Ninguna Iglesia de Cristo era perfecta, muchas tenían serios problemas internos, sin embargo, Pablo hallo razones para estar alegre y agradecido, pues él no ponía la mirada en el hombre sino en Cristo resucitado.

7.  ¿Ama a otros Incondicionalmente?

Una de las tareas más difíciles para los creyentes es apartar el pasado del presente de las personas, sin embargo, si Dios ya perdono sus pecados porque usted se resiste a no perdonar a su prójimo. Si verdaderamente amamos a las personas  de forma incondicional comenzaremos a ver más gente a través  de los ojos  de Cristo. El Señor nos ha dado una nueva vida; la vida vieja quedo sepultada, ahora tenemos una vida nueva, una vida de victoria en Cristo.

8.  ¿Asume una Actitud de Agradecimiento?

Cristo nos lavó cubriendo todo pecado, nos salvó estando en la cruz derramando su  sangre, hemos sido transformados por la presencia gloriosa de Cristo y por ello tenemos siempre una razón para alegrarnos y gozarnos. El Señor nos recuerda  que estemos ¡Regocijaos!

¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Filipenses 4:4

Si contestamos con total honestidad estas ocho preguntas seguro que nos ayudarán a enfocar nuestra vida y nuestro ministerio para la gloria de Dios.



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