Vida de Integridad |
Vida de Integridad – El Poder de Dios
En el mundo en el que
vivimos de cierta manera se ha encargado de mostrarnos una vida donde lo único que
importa es el dinero que tengas o puedas tener de cualquier forma, donde vives, que casa tienes, cuáles son tus amistades, que automóvil usas, etc., es decir
somos lo que poseemos. Con esto no quiero malinterpretar las cosas o decir que
esas cosas materiales son malas.
Lo que te quiero decir es
que todas las cosas materiales que quieras o tengas sin la dirección del Señor,
sin una vida de integridad conforme
a la palabra de Dios te llevan a la perdición, al pecado, a la muerte
espiritual. Porque solo muestra una vida superficial y vacía en la que nuestras
posesiones y cualidades pesan más que
nuestros principios y valores.
Por ejemplo en la biblia
narra en el libro de Daniel la historia de tres jóvenes llamados Ananías,
Misael y Azarías, quienes junto con Daniel propusieron en su corazón no contaminarse con el mundo en
el que habitaban, inclusive su convicción fue más allá pues ni siquiera
quisieron probar la comida y la bebida
que estaba destinada para ellos.
La historia bíblica nos
refiere que estos jóvenes fueron llevados cautivos a Babilonia y vivían en el
palacio del rey con el objeto de ser enseñados en la lengua y letras de los
caldeos. Sin embargo, ellos no quisieron ser parte del grupo y pidieron ser
tratados de forma sencilla y sin contaminarse (con comida, bebida, y porciones
del rey) para seguir teniendo una vida de
integridad.
Al final de la prueba, estos
cuatro jóvenes hebreos fueron
hallados diez veces mejores que sus demás
compañeros y esto no solo tenía que ver con la comida, sino con toda una “filosofía”
de vida que implicaba honrar a Dios sobre todas las cosas llevando una vida de integridad.
Tomemos el ejemplo de estos
cuatro jóvenes esforzados y valientes para llevar y tener una vida de integridad y hacer un pacto de
integridad con nuestro Dios. Si estos cuatro jóvenes hebreos pudieron, cimbrando
al reino de Babilonia, que pasaría si cientos o miles de jóvenes y adultos dobláramos
nuestras rodillas delante del todo poderoso e igualmente hagamos un pacto con Dios para tener una vida
de integridad, lealtad y sobre todo de amor a Él para que el mundo, para que nuestro
país, para que nuestro estado, para que nuestra comunidad, para que nuestra familia,
crea y vea que somos enviados de Dios y ganar muchas almas que aun se encuentran perdidas, extraviadas, sin direcciòn, sin rumbo y sin conocer la verdad que es Cristo Jesùs Señor Nuestro.
Pasaje Bíblico
Daniel 1:3-13
…. además, ordenó a
Aspenaz, jefe del servicio de palacio, que de entre los israelitas de familia
real y de familias distinguidas trajera 4 jóvenes
bien parecidos, sin ningún defecto físico, cultos e inteligentes, entendidos en
todos los campos del saber y aptos para servir en el palacio real. A ellos se
les enseñaría el lenguaje y la literatura de los caldeos. 5 Nabucodonosor
ordenó también que a esos jóvenes se les diera todos los días de los mismos
alimentos y vinos que a él le servían, y que los educaran durante tres años, al
cabo de los cuales quedarían a su servicio.
6 Entre estos jóvenes
estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de la tribu de Judá, 7 a
quienes el jefe del servicio de palacio les cambió de nombre: a Daniel le puso
Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-negó.8 Pero
Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, y pidió al
jefe del servicio de palacio que no le obligara a contaminarse con tales
alimentos. 9 Por obra de Dios, el jefe del servicio
de palacio vio con buenos ojos a Daniel, 10 pero le
dijo:
—Tengo miedo de mi señor, el rey. Él me
ha dicho lo que ustedes deben comer y beber, y si los ve con peor aspecto que
los otros jóvenes, serán ustedes la causa de que el rey me condene a muerte.
11 Daniel habló entonces
con el mayordomo a quien el jefe del servicio de palacio había encargado el
cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y le dijo:
12 —Ruego a usted que
haga una prueba con estos servidores suyos: ordene usted que durante diez días
nos den de comer solamente legumbres, y de beber solamente agua. 13 Pasado
ese tiempo, compare usted nuestro aspecto con el de los jóvenes alimentados con
la misma comida que se sirve al rey, y haga entonces con nosotros según lo que
vea…
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