Defender la Fe Cristiana – El Poder de Dios
Amados hermanos en Cristo, ahora les escribo para pedirles que luchen y
defiendan la enseñanza que Dios ha dado para siempre a su pueblo elegido, acerca
de la salvación que Dios nos ha dado; pues hay algunos que se han colado entre
ustedes, y que los han engañado. Ellos dicen que Jesucristo no es nuestro único
Señor y dueño, y que por eso no debemos obedecerle. Piensan que, como Dios nos
ama tanto, no nos castigará por todo lo malo que hacemos. Con razón, desde hace
mucho tiempo se dice en la Biblia que Dios castigará a esa gente.
La palabra de Dios nos muestra que respecto a nuestra fe, la debemos
proteger con todo vigor de todo ataque que pretenda destruirla.
Es muy común referirse a la fe, como a la doctrina, sin embargo son
cosas diferentes. Ambas son muy importantes y por la situación especial por la
cual atraviesa la iglesia, en medio de un mar de apostasía es conveniente que
nosotros ahora más que nunca debemos defender la fe cristiana que ha sido una
vez dada a los santos.
Guardar y Defender la Fe Cristiana es Nuestro deber.
A la mañana
siguiente se levantaron temprano para ponerse en camino hacia el desierto de
Tecoa. Y en el momento de salir, Josafat se puso de pie para decirles: Escúchenme,
habitantes de Jerusalén y de Judá: confíen en el Señor, su Dios, y se sentirán
seguros; confíen en sus profetas, y todo les saldrá bien. 2 Crónicas 20:20
La fe se está perdiendo no solo por el mundo, sino por la decadencia
espiritual en que vive la iglesia.
¡Cuidado, hermanos! No piensen en lo malo, ni dejen de confiar en el
Dios que vive para siempre, para que no se aparten de él. Al contrario, mientras aún queda tiempo, cada
uno debe animar al otro a seguir confiando. Así nadie dejará de obedecer a
Dios, ni pensará que, si peca, hace el bien. Hebreos 3:12
Por eso,
hagamos todo lo posible por obedecer a Dios, para que en ese día recibamos su
descanso. No sigamos el ejemplo de los que no creyeron la buena noticia.
Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. Hebreos 4:11
A nuestro
alrededor hay mil asechanzas, pero el
principal problema no está afuera, está adentro. En la iglesia cada día se está
viviendo sin fe, ni enseñando de ella. La palabra de Dios nos exhorta a
defender la fe cristiana. Recuerda hermano que la fe es confiar y esperar en Dios, por tanto la incredulidad
es no solo no creer, sino atentar contra la fe.
Tú debes confiar en Dios, dedícate a hacer el bien, establécete
en la tierra y mantente fiel a Dios.
Salmos 37:3
Confíen siempre en el Señor, porque él es refugio eterno. Isaías 26:4
Todo pueblo
que deja de creer en sus instituciones, se desmorona; nosotros podemos confiar
en Dios sabiendo que no nos dejara.
Enseñar, guardar
y defender la fe cristiana; es estar firmes y confiados en el Señor. Los
antiguos enseñaban la confianza en el Señor
y por ello fueron héroes de la fe. Mientras avanza la incredulidad, enseñemos
la fe mediante nuestro compromiso.
Es cierto
que algunos anuncian la buena noticia porque de veras quieren ayudar: aman a
Cristo y defienden la buena noticia. En cambio, hay otros que lo hacen sólo por
competir o porque envidian. Y esos que envidian no la anuncian con sinceridad; lo hacen porque son
egoístas y sólo quieren crear problemas. Filipenses 1:17
No hay filosofía que pueda destruir la fe cristiana.
Algunos eran
filósofos, de los que pensaban que lo más importante en la vida es ser feliz.
Otros eran filósofos que enseñaban que la gente tiene que controlarse a sí
misma para no hacer lo malo. Algunos
de ellos preguntaban: ¿De qué habla este charlatán? Otros decían: Parece que
habla de dioses de otros países, pues habla de Jesús y de la diosa Resurrección.
Hechos
17:18
Las personas
están siendo conducidas a un rechazo de
la verdad de la palabra de Dios. Debemos
pedir a Dios en todo momento revelación para escuchar la palabra que es guiada
por el Espíritu Santo y de esa manera poder enseñarla a los demás. No creamos a
aquellos que niegan el Poder de Dios en nuestra vida.
El liberalismo es lo que
influye en la economía mundial y lleva a
la gente a confiar no en Dios, sino en las riquezas. El
liberalismo en la iglesia ha quitado a Jehová por la riqueza y el esfuerzo. El
liberalismo proclama un derecho que sobrepasa
lo bíblico y correcto, por ejemplo, matrimonios de homosexuales.
Ningún
esclavo puede trabajar al mismo tiempo para dos amos, porque siempre obedecerá
o amará a uno más que al otro. Del mismo modo, tampoco ustedes pueden servir al
mismo tiempo a Dios y a las riquezas. Mateo 6:24
El materialismo que se
traduce en “tener y valer” vuelve a la iglesia en pobre y desnuda.
Ejemplo:
Jesús les compartió lo
siguiente:
Las tierras
de un hombre muy rico habían dado una gran cosecha. Era tanto lo que se había
recogido, que el rico no sabía dónde guardar los granos. Pero después de pensarlo
dijo: “Ya sé lo que haré. Destruiré mis viejos graneros, y mandaré a construir
unos mucho más grandes. Allí guardaré lo que he cosechado y todo lo que tengo. Después me diré: ¡Ya tienes
suficiente para vivir muchos años! ¡Come, bebe, diviértete y disfruta de la
vida lo más que puedas!”
Pero Dios le dijo: “¡Qué
tonto eres! Esta misma noche vas a morir, y otros disfrutarán de todo esto que
has guardado.” Así les pasa a todos los que amontonan riquezas
para sí mismos. Se creen muy ricos pero, en realidad, ante Dios son pobres. Lucas
12:16-21
Pues tú dices que eres rico,
que te ha ido muy bien y que no necesitas de nada. Pero no te das cuenta de que
eres un pobre ciego, desdichado y miserable, y que estás desnudo. Por eso te aconsejo que compres de mí lo que de
veras te hará rico. Porque lo que yo doy es de mucho valor, como el oro que se
refina en el fuego.
Si no quieres pasar la
vergüenza de estar desnudo, acepta la ropa blanca que yo te doy, para que te
cubras con ella, y las gotas medicinales para tus ojos. Sólo así podrás ver.
Yo reprendo y corrijo a los que amo. Por eso, vuélvete a Dios y obedécelo
completamente. Apocalipsis 3:17
Esta forma de pensamiento la
condeno el Señor porque engendra una iglesia consumista y materialista.
El objetivo del creyente no
es afanarse por acumular bienes y riquezas, estar adinerado; sino que su
confianza, su enfoque y visión sea en Dios, pues él es nuestro proveedor y
sustento ahora, hoy y siempre.
Guardar, enseñar, y defender la Fe Cristiana es tener la plena seguridad y
confianza en Dios y en sus benditas promesas, persistamos en ella, pues el Dios
Altísimo y Padre eterno ya repartió a cada uno de sus hijos amados la medida de
Fe. Amen
El Poder de Dios