El Bautismo en Agua – El Poder de Dios

El Bautismo en Agua – El Poder de Dios

Dios Padre ha dejado a su pueblo mandamientos, estatutos, ordenanzas y leyes; así como nuestro Señor Jesucristo estableció en el Nuevo Testamento, dos ordenanzas que son: la cena del señor y el bautismo en agua, por lo tanto debemos cumplirlo.
La palabra bautismo se deriva de la raíz griega baptizo, que significa: sumergir, ser inmerso, esto nos indica Baptista que es el proceso de sumersión o inmersión. El bautismo entonces debe hacerse sumergiendo todo el cuerpo en agua.
Al recibir a Cristo inmediatamente como acto de obediencia debes bautizarte en agua. En las Sagradas Escrituras dice que Felipe obedeció, En el camino se encontró con un hombre muy importante, pues era oficial y tesorero de la reina de Etiopía. Ese oficial había ido a Jerusalén para adorar a Dios, y ahora volvía a su país.
El oficial iba sentado en su carruaje, leyendo el libro del profeta Isaías. Entonces el Espíritu de Dios le dijo a Felipe: Acércate al carruaje, y camina junto a él.
Felipe corrió para alcanzar el carruaje. Cuando ya estuvo cerca, escuchó que el oficial leía el libro del profeta Isaías. Entonces le preguntó:
¿Entiende usted lo que está leyendo?
 Y el oficial de Etiopía le respondió:
¿Y cómo voy a entenderlo, si no hay quien me lo explique?
Dicho esto, el oficial invitó a Felipe a que subiera a su carruaje y se sentara a su lado. En ese momento el oficial leía el pasaje que dice:
Fue llevado al matadero, como se lleva a las ovejas para cortarles la lana. Como si fuera un cordero, él ni siquiera abrió su boca. Fue maltratado y humillado, pero nunca se quejó. No lo trataron con justicia; no llegó a tener hijos porque le quitaron la vida.
El oficial le preguntó a Felipe:
Dígame usted, por favor: ¿está hablando el profeta de él mismo, o de otra persona?
Entonces Felipe, partiendo de ese pasaje de Isaías, le explicó las buenas noticias acerca de Jesús. En el camino pasaron por un lugar donde había agua. Entonces el oficial dijo: ¡Allí hay agua!
 ¿No podría usted bautizarme ahora?
Enseguida el oficial mandó parar el carruaje, bajó con Felipe al agua, y Felipe lo bautizó. Hechos 8:27-38

Algunos de los beneficios en el Bautismo en Agua.

Sepultados y Resucitados  con Cristo
Sepultura significa sepultar con, o juntamente se utiliza la identificación del creyente con Cristo en su sepultura; cuando somos sumergidos en las aguas del bautismo, somos sepultados al pecado de tal forma que como consecuencia ya no le obedecemos practicándolo, y cuando somos levantados, es símbolo de que resucitamos a una nueva vida.
¿Qué más podemos decir?
¿Seguiremos pecando para que Dios nos ame más todavía? 
¡Por supuesto que no! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, así que ya no podemos seguir pecando. Por medio del bautismo, nos hemos unido a Cristo en su muerte.  Al ser bautizados, morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a una vida totalmente diferente. Eso mismo pasó con Jesús, cuando Dios el Padre lo resucitó con gran poder.
Si al bautizarnos participamos en la muerte de Cristo, también participaremos de su nueva vida. Una cosa es clara: antes éramos pecadores, pero cuando Cristo murió en la cruz, nosotros morimos con él. Así que el pecado ya no nos gobierna. Al morir, el pecado perdió su poder sobre nosotros.
Si por medio del bautismo morimos con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él.  Sabemos que Jesucristo resucitó, y que nunca más volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él. Romanos 6:2-4

Resucitamos para andar en una Nueva Vida.

La palabra resucitar tiene su origen en la raíz  griega sunegeiro que significa: levantar juntamente con y se utiliza de la resurrección espiritual  del creyente con Cristo.
De la misma forma como cuando el Señor Jesucristo resucito, su cuerpo fue transformado,  cuando somos levantados de las aguas del bautismo, resucitamos juntamente con él, somos cambiados para caminar en nueva vida.
Dios es muy compasivo, y su amor por nosotros es inmenso. Por eso, aunque estábamos muertos por culpa de nuestros pecados, él nos dio vida al resucitar a Cristo. Nos hemos salvado gracias al amor de Dios. Dios, al resucitar a Jesucristo, nos resucitó y nos dio un lugar en el cielo, junto a él. Hizo esto para mostrar, en el futuro, la bondad y el gran amor con que nos amó por medio de Jesucristo.
Nosotros hemos sido salvados porque aceptamos el amor de Dios. Ninguno de nosotros nos ganamos la salvación, sino que Dios nos la regaló. La salvación de nosotros no es el resultado de nuestros propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso. Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes.

Tenemos buena consciencia.

La consciencia actúa como un juez  en nuestra vida, tiene la función  de juzgar, aprobando o desaprobando nuestros actos. Es decir, que en el Bautismo en Agua se limpia nuestra consciencia.
El bautismo verdadero no es para limpiar nuestro cuerpo, sino para pedirle a Dios que nos limpie de pecado, para que no nos sintamos culpables de nada. Y Dios nos salva por medio del bautismo porque Jesucristo resucitó, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios, en el lugar más importante, y gobierna a todos los ángeles y a todos los seres espirituales que tienen autoridad y poder. 1 Pedro 3:21

Tener el privilegio de Convertirse en discípulos.

El mismo Señor Jesucristo dijo que el que creyera en Él y fuera bautizado, seria constituido en su discípulo, es decir un seguidor de Jesucristo.
Cuando nos bautizamos estamos mostrando nuestra obediencia y amor al Señor, porque cumplimos una ordenanza que Él ha dejado, es necesario que cada creyente lo haga como una muestra palpable de su deseo de vivir apartado para Cristo.
Pasaje para memorizar:
Mateo 28:19 Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes.

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