El Poder de la Palabra de Dios – El Poder de Dios

El Poder de la Palabra de Dios – El Poder de Dios

Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos. Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él, pues Dios puede verlo todo con claridad, y ante él seremos responsables de todo lo que hemos hecho. Hebreos 4:12

El Poder de la palabra de Dios para ver milagros.

Todo fue creado por la palabra de Dios, porque con una orden suya fue creado todo lo que existe. Dios lo dejó todo firme para siempre; estableció un orden
que no puede ser cambiado. Salmos 148:5
Dios, el Señor, creó el cielo y lo extendió, formó la tierra y lo que crece en ella, que da vida y aliento a los hombres que la habitan, dice a su siervo: Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi alianza. Isaías 42:5
Levanten los ojos al cielo y miren: ¿Quién creó todo eso? El que los distribuye uno por uno y a todos llama por su nombre. Tan grande es su poder y su fuerza que ninguno de ellos falta. Isaías 40:26
El poder de la palabra de Dios crea, produce y cambia; es decir, es viva y eficaz, es Cristo mismo, es por eso que es viva, tiene espíritu. El creador del cielo, el que es Dios y Señor, el que hizo la tierra y la formó, el que la afirmó, el que la creó, no para que estuviera vacía sino para que tuviera habitantes, dice: Yo soy el Señor, y no hay otro. Isaías 45:18
Antes de que todo comenzara ya existía Cristo que es la Palabra. La Palabra estaba con Dios, es decir Cristo estaba con Dios y la Palabra era Dios. Cuando Dios creó todas las cosas, allí estaba la Palabra.  Todo fue creado por la Palabra, y sin la Palabra nada se hizo. De la Palabra nace la vida, y la Palabra, que es la vida, es también nuestra luz.
Aquel que es la Palabra, es decir Cristo estaba en el mundo. Dios creó el mundo por medio de aquel que es la Palabra, pero la gente no lo reconoció. La Palabra vino a vivir a este mundo, pero su pueblo no la aceptó. Pero aquellos que la aceptaron y creyeron en ella, llegaron a ser hijos de Dios. Son hijos de Dios por voluntad divina, no por voluntad humana.
Aquel que es la Palabra habitó entre nosotros y fue como uno de nosotros. Vimos el poder que le pertenece como Hijo único de Dios, pues nos ha mostrado todo el amor y toda la verdad.
Les aseguro que todo el que preste atención a lo que dice la palabra de Dios, y crea en Dios, que fue quien envió a Cristo, tendrá vida eterna. Aunque antes haya vivido alejado de Dios, ya no será condenado, pues habrá recibido la vida eterna.
El Poder de la Palabra de Dios debe generar Fe en todo momento sobre todo en las adversidades, en las dudas y creer siempre que la palabra que es creadora, que produce y transforma tiene un proceso que pasa por el tiempo y espacio para producir el resultado esperado. Recuerda que hay una lucha entre la Fe y la duda, tú eliges cual tomar.
Pero el capitán respondió:
Señor Jesús, yo no merezco que entre usted en mi casa. Basta con que ordene desde aquí que mi sirviente se sane y él quedará sano. Porque yo sé lo que es dar órdenes y lo que es obedecer. Si yo le ordeno a uno de mis soldados que vaya a algún sitio, ese soldado va. Si a otro le ordeno que venga, él viene; y si mando a mi sirviente que haga algo, lo hace.
Jesús le dijo al capitán:
Regresa a tu casa, y que todo suceda tal como has creído.  Mateo 8:8
Ejemplo del poder de la palabra de Dios:
¿Qué es, pues, lo que dice?
La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón. Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos.  Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación.  Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.  Romanos 10:8
Podemos ver con este pasaje como existen tres cosas fundamentales en el creyente:
Hay un Hecho, un Milagro y una Manifestación del Poder de Dios.
El milagro de la Salvación manifiesta el poder de la palabra de Dios absoluto y creativo. Este es el mismo proceso  para tu milagro, debes tomar la palabra, creerla y se manifestara la grandeza de Dios en tu vida.

El Poder de Dios